La entrevista de hoy me hace especial ilusión porque vamos a hablar de tres de las cosas que más me atraen en este momento de mi vida: viajes, emprendimiento y sostenibilidad. Y es que la protagonista, Carla, del blog La maleta de Carla, une todas estas cualidades en una armonía preciosa que se refleja en la eterna sonrisa de sus fotografías y stories de Instagram.
Entrevista a Carla Llamas, de La Maleta de Carla: “Me hace feliz trabajar para mí misma y poder hacerlo desde cualquier lugar del mundo”
Carla Llamas, de La Maleta de Carla |
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¿Cómo llega una a la conclusión de que lo que quiere en la vida es dedicarse a viajar?
Te das cuenta de que se te dibuja una sonrisa en la cara cada vez que viajas. Y cuando consigues dedicarte a escribir sobre lo que más te gusta, te enfrentas a cada nuevo día y cada nuevo trabajo con muchas ganas y motivación. Evidentemente hay días de todo pero, en general, simplemente se trata de ser feliz haciendo lo que haces.
Por lo que he leído en tu blog, hace unos años también tenías un trabajo de oficina y un modo de vida, digamos, más tradicional. Literalmente, dices: “Hemos probado esa vida y ahora vamos a probar la otra. A ver cuál nos gusta más”. Primero, curiosidad máxima: ¿Cómo se deja un trabajo de oficina con ingresos fijos? Segundo: ¿Cómo está la balanza hasta el momento entre vida tradicional y vida actual?
Hay que ser realistas. Un trabajo de oficina y una vida estable se deja cuando tienes un colchoncito de dinero detrás y una familia/amigos que te apoyan y están dispuestos a acogerte si te tropiezas y no te sale bien tu nueva aventura. Y se deja con un par de narices, la verdad. Desde pequeños la sociedad nos dice que lo normal y lo que está bien visto es estudiar una carrera, conseguir un trabajo fijo, comprarte un coche, casarte, comprarte un piso y tener hijos. Salirse de esa rueda, bajarse de ese tren, es muy difícil. En muchas ocasiones sientes que estás yendo en contra de la sociedad. Hay mucha gente que no entiende que puedas dejar tu precioso piso de alquiler y tu vida estable para lanzarte a algo que no sabes si va a funcionar.
A día de hoy, lo tengo claro: no vuelvo a la vida que tenía en Madrid. Me hace feliz trabajar para mí misma y poder hacerlo desde cualquier lugar del mundo. Y eso no tiene por qué significar estar viajando constantemente. Significa poder escoger lo que quiero hacer en cada momento, tener esa libertad.
En otro post de tu blog hablas de los miedos que te acechan cuando tomas una decisión que no sigue los estándares de la sociedad actual. ¿Cómo haces para acallar esa voz que te habla sin parar y que te recuerda en todo momento los inconvenientes de lo que vas a hacer?
No es fácil, la verdad. Al final tú has crecido en esa sociedad y, en parte, también tienes esos valores. Así que tienes que desaprender todo lo que sabes para volver a aprenderlo de otra forma. Cuestionarlo todo. Y lo mejor es conocer a personas que ya han pasado por situaciones similares, que te cuenten sus experiencias, que te animen y te hagan ver que si finalmente esa vida no es para ti, siempre podrás volver a tu vida anterior.
¿Te has topado con opiniones de gente que te haya dicho que lo que estás haciendo es una locura? ¿Cómo haces, de nuevo, para acallar esas otras voces y que no te transmitan también sus miedos e inseguridades?
No me he topado con opiniones demasiado radicales, la verdad. La gente ya me conoce y sabe perfectamente cómo soy. Cuando les comenté mi decisión me encontré más con reacciones curiosas del estilo “¿y ahora qué vas a hacer?”, “¿dónde vas ir?” “¿en qué vas a trabajar?”. Esas preguntas suelen agobiar bastante porque normalmente cuando te las hacen, ni siquiera tienes la respuesta. La respuesta la vas encontrando sobre la marcha. Así que lo mejor es coger aire, poner tu mejor sonrisa y decir que no tienes ni idea pero que seguro que todo saldrá bien.
Hablando un poco más de tu faceta como emprendedora, ¿cómo le explicas a tu abuela/padre/madre/ tía a qué te dedicas?
En general a mis padres no ha sido tan difícil. Son jóvenes y más o menos entienden que me dedico a escribir sobre viajes y que viajar es lo que más feliz me hace. A mis abuelos ya es otra historia. Yo estudié periodismo y ellos pensaban que tarde o temprano me verían dando las noticias en televisión.
Les he dicho que escribo sobre viajes en periódicos por Internet, pero dos años después todavía no sé si saben muy bien lo que hago con mi vida. Y si les entran dudas, siempre les puedo enseñar alguno de mis vídeos en Youtube y decirles que salgo en la televisión de Internet.
A aquellos que piensan que de los sueños no se puede vivir, ¿qué les decimos?
Que lo intenten. Yo soy de las que piensa que no todo el mundo puede ser emprendedor igual que no todo el mundo ha nacido para trabajar en una oficina, pero sí creo que todo el mundo debería probarlo si tiene esa inquietud.
Dos últimas cuestiones que me interesan mucho mucho. Y es que tú (junto con el becario), además, viajáis por el mundo siguiendo una filosofía slow y tratando de reducir el consumo de plásticos. ¿Qué significa viajar por el mundo de manera slow? ¿Cómo influyen en vuestros viajes los hábitos sostenibles como la reducción de plásticos?
Para nosotros viajar de forma slow es viajar sin prisas y de forma responsable con el entorno y las personas que viven en él. Intentamos que nuestro paso por los países que visitamos tenga solamente un impacto positivo, y creemos que nuestros hábitos son muy importantes en este sentido. Todo lo que hacemos tiene un impacto, así que cuanto más sostenibles sean nuestros hábitos, mejor que mejor. Intentamos reducir el consumo de plásticos y de residuos de un solo uso porque nos parece coherente: la mayoría de residuos que consumimos los seres humanos no se reciclan, no tienen una segunda vida, y acaban incinerados o en el mar. Y especialmente viajando a lugares donde no existe la gestión de residuos, nos parece que lo más responsable es intentar generar la menor cantidad de basura posible.