Este mes de marzo hará un año que no me paseo por tiendas, ni físicas ni virtuales, para comprar ropa. Lo último que me compré fue esto. Marzo de 2018. No fue algo premeditado, solo pasó y llegó un día en que me di cuenta de que llevaba meses sin comprarme nada. Y así, hasta hoy. No echo de menos nada, no tengo mono de ropa y me siento muy aliviada de no tener que ir de compras. Este invierno no he usado ni el 30% de la ropa que tengo en mi armario reducido y las únicas cosas que han entrado han sido algunas chaquetas que rescaté del armario de mi abuela, dos jerseys de un intercambio de ropa y un par de regalos (mallas y sudadera de deporte). Continuaré sin comprar nada hasta que lo necesite y, lo que sí tengo claro es que, cuando lo compre, tendrá que ser algo que me dé felicidad, como dice Marie Kondo, y que esté acorde con mis valores.
A este estado he llegado sin apenas esfuerzo, es más, con cierto alivio de no tener que someterme a las compras estandarizadas de cadenas de moda con las que no me identifico. Y, por supuesto, he llegado inspirada por chicas como Cynthia Bagué, bloguera de moda que en el año 2016 decidió que estaría un año sin comprar ropa.
Tuve la oportunidad de entrevistarla en agosto del año pasado para un proyecto que finalmente no cuajó, pero no quería perderme la oportunidad de compartir todo lo que hablamos en ese ratito que compartimos en el Museo del Romanticismo de Madrid en una conversación súper sincera sobre moda y la evolución natural de la vida.
Entrevista a Cynthia Bagué sobre su año sin comprar ropa: “Después de ese tiempo sin someterte al juicio del espejo de una tienda, la autoestima está mucho más alta”
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¿Por qué llega alguien a la conclusión de que no va a comprar ropa en un año?
Fue un cúmulo de cosas. Me quemo muy fácilmente de las cosas y estaba pasando por una época en la que estaba trabajando, tenía dinero y, como resultado, compraba bastante. He trabajado en revista de moda y en tienda de ropa. Estás todo el rato rodeada de ropa, compras ropa porque también tienes el descuento de empleado, etc. Entonces llegó a mí un artículo de una chica en EEUU y me pareció súper interesante. Pero fue como… “no lo puedo hacer”. Se supone que los blogueros tienen que sacar cosas nuevas y las marcas dejarían de colaborar conmigo porque estoy promocionando lo contrario, que nadie consuma.
Pero el 1 de enero me levanté y dije que lo iba a hacer. Lo pensé un montón y luego tomé la decisión de golpe. Lo publiqué en el blog y pensé que si lo hacía público ya no me podía echar atrás. Lo publiqué el día 1 cuando me levanté y el día 6 o 7 de enero me llamó una chica que trabajaba en Telva, que le había parecido curiosa la historia, me entrevistaron e hicieron un artículo y esto sí que corrió como la pólvora.
Entonces, la decisión básicamente fue por probar algo nuevo y ver si era capaz. Fue un poco estar quemado y ver que me había estancado: “soy mayor, tengo dinero, me compro la ropa pero ya no me hago nada, ya no me compro nada de segunda mano,…” ya no me buscaba la vida y notaba que la creatividad se me iba apagando.
La reacción de tu padre: un estilista con blog de moda, ¿no es incongruente?
Mi padre veía mi blog como un medio para acabar trabajando en una revista o como estilista y él pensaba que era como tirar todo por la borda. Él lo veía así, y yo lo veía como que, como estilista, era mejor porque propones qué hacer con la ropa que ya tienes. Aparte a él la ropa de segunda mano no le gusta. Dice… “pero qué necesidad tienes”. Tiene otra mentalidad pero cuando fue viendo que me entrevistaron para Telemadrid,… pensó que de ahí se podía sacar algo de trabajo.
¿Echas de menos a las marcas, ese estilo de vida?
Se echa de menos en el sentido de que era todo gratis, pero por lo demás no. Tampoco lo he pensado mucho. Echas de menos que te haya llegado un paquete. Si quitas la felicidad que te proporciona que te regalen algo, no lo echo de menos, salvo en el aspecto económico. Además, ves lo que hay detrás de las marcas.
¿Cómo te cambió el reto tu forma de ver la moda y la vida?
Antes, por ejemplo, mi instinto era que me gustaba algo y me lo compraba. Ahora piensas si lo tienes en casa, si se lo puedes pedir a alguien, aceptarte a ti misma… Una de las cosas que me di cuenta al hacer el reto es que había estado un año entero sin entrar en un probador y sin someterte al juicio de cada vez que te compras ropa y no tienes el típico cuerpo de la talla 36, es decir, de ponerte a juicio delante de un espejo. Llevaba un año sin hacer eso y tenía la autoestima mucho más alta. La primera vez que fui a comprarme ropa después del reto acabé tocada, al estar un año sin ponerte delante de un espejo de una tienda valorando la talla. Eso me ha cambiado mucho, de aceptarme a mí misma. Hay que cuidarse, pero si no entro en una 38 no pasa nada. Intento enfocarlo más a la salud. La autoestima te cambia un montón durante un año; no te traumatizas porque no entras en una 40 o en una 42.
Me ha cambiado también la manera de relacionarme con la moda, incluso como bloguera también te cambia. También te das cuenta de que el modelo influencers está basado en el consumo. Y tampoco me apetecía formar parte de eso.
De Carrie Bradshow a hoy, ¿qué ha cambiado?
He cambiado el estilo pero no la esencia de que me gustara ponerme cosas encima. Lo que me gustaba de ella es cómo se divertía con la moda. Tengo un estilo mucho más clásico del que tenía cuando empecé con el blog.
El reto te ha llevado a encontrar tu estilo. ¿Cómo has llegado al punto del estilo de hoy?
Sí me encontraba cómoda con el estilo que tenía cuando empecé con el reto, pero cuando te gusta la moda pruebas muchos estilos y estás constantemente recibiendo influencias, todo lo quieres probar y te pierdes entre tanta cosa. Al hilo de hacer tantas limpiezas de armarios al final te quedas con lo que más te representa y con lo que acaba siendo tu estilo y estás más cómoda.
¿Has probado el armario cápsula?
Lo he pensado, me parece una idea súper chula pero me gusta mucho la ropa y no sería capaz de estar siempre con la misma ropa. El armario cápsula que yo hago es que tengo un armario, y lo que me quepa en él (que tengo un armario muy pequeño) es lo que me voy a poner y, en el momento en que ya no quepa la ropa en el armario, hay algo que se tiene que ir fuera.
¿Qué alternativas hay a la compra de ropa nueva?
Coser, arreglar ropa, intercambiar la ropa, heredar la ropa de tu hermana, de tu padre,… hay muchas prendas a día de hoy que pueden ser unisex. Intercambiar, arreglar,… y luego cuando pude comprar, las tiendas de segunda mano y los mercadillos. Durante el reto era intercambiar, sobre todo y alguna herencia.
Aprender do it yourself, apreciar la ropa, ¿lo hemos perdido?
He leído un artículo que hablaba de que la segunda mano se volvía a poner de moda en España, pero al mismo tiempo ves que la inmensa mayoría de gente se compra cosas en tiendas fast fashion. Yo creo que la inmensa mayoría no tiene interiorizado, pero la clave es visibilizarlo más, que la gente vea que no hay ningún estigma en arreglar tu ropa. Cuanto más atrás vas en el tiempo es cuando más estilo tiene la gente y es cuando menos ropa tenían. Además, como nos compramos tantas cosas no le damos valor a nada.
¿Qué te ha llevado a dejar de consumir fast fashion?
El reto, lo que me cambió la mentalidad, luego leí que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta y puede llegar a ser la primera. Luego también documentales y darme cuenta de la doble moral de algunas marcas. Por ejemplo, marcas que tienen camisetas feministas y luego a sus trabajadoras las tratan mal. Es un cúmulo de ver cómo las cosas no encajaban y me estaban tomando el pelo como consumidora. Y, como el dinero es la manera de darle poder o voz a algo, pues no le voy a dar mi voz ni mi poder a esto.
Has dejado de pasear por centros comerciales…
No, porque me gusta entrar y ver las tendencias. También entro en la web y te das cuentas de que hay muchas cosas del style que son prendas que las tienes de segunda mano, o que las tienes en tu casa o que las tiene tu abuela. Es una manera de conocer las tendencias. Y también sacas muchas ideas para do it yourself.
¿Está reñido el experimento que has hecho con la moda?
Para nada, al revés. A través de ese experimento he vuelto a interesarme por la moda. Estaba súper desencantada con la moda de pensar que solo había un camino. Y a partir de esto me empecé a interesar mucho más por la moda. Y eso me ha llevado a redescubrir la historia de la moda. Desde hace un tiempo me interesa mucho este tema. A raíz de esto empiezas a leer y a reflexionar y para nada te aleja del mundo de la moda, al contrario, te desatonta. Si estás todo el rato comprando no te da tiempo a mucho más ni te planteas mucho más. La moda es mucho más que el fast fashion.
03/09/2019
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