Ella es Amanda Gorman y tiene 22 años. Hasta el momento es la poeta más joven en pronunciar un poema en una investidura presidencial en Estados Unidos, pero lo más espectacular es verla recitar su texto, The hill we climb. Sin duda, su mensaje vibra con los tiempos, y lo hace en armonía durante seis hipnóticos minutos con un suave movimiento de manos y brazos, los gestos calmados de su rostro y una vocalización impecable que para nada revela sus más que superados problemas de pronunciación. Tener la voluntad de vencerlos “me ha convertido en la intérprete que soy y la narradora en que me esfuerzo por ser”, dijo en una entrevista reciente en Los Ángeles Times.
Somos los sucesores de un país y un tiempo / donde una delgada chica negra / descendiente de esclavos / y criada por una madre soltera / puede soñar con convertirse en presidenta / solo para encontrarse a sí misma recitando para uno
Gorman creció en Los Ángeles y es hija de madre soltera. “Tener una madre maestra ha tenido un gran impacto para mí”, ha dicho. Desde pequeña lee y escribe poesía, ha recibido premios y publicado libros, pero es su sensibilidad lo que provoca ese efecto de empoderamiento a través de las palabras.
Fue la ahora primera dama, Jill Biden, quien pidió que Gorman estuviera en la ceremonia de investidura de su marido, y es así como Gorman sigue los pasos que antes dieran escritoras como Maya Angelou.
Mira aquí el vídeo de su intervención en la ceremonia de investidura de Joe Biden.
Como me pasó con Rupi Kaur, me fascina la fuerza que tiene esta generación de mujeres poetas que hablan en verso de los problemas de su país y que usan la palabra como herramienta fuerte y potente. Lo cierto es que también me da cierta envidia cómo en un país como EEUU las humanidades tienen un peso tan relevante en ámbitos como la política pero, en general, en muchos aspectos.
“Ahora más que nunca, Estados Unidos necesita un poema inaugural”, dijo Gorman en una entrevista con The New York Times.