Matilda, de Roald Dahl

Matilda

Serie “Al murmullo del ventilador” | Capítulo 4: Vuelta a la infancia |Cuando era pequeña, pasaba gran parte de las vacaciones en el pueblo, con mis abuelos. Entonces aún no me daba cuenta pero ahora sé que fueron algunos de los mejores de veranos de mi vida. La época estival es para los niños: tres meses rodeados de posibilidades sin demasiadas responsabilidades. Piscinas, bicicletas, amigos, playas, siestas y algún que otro quehacer, nada preocupante.

Para mí, este verano de 2019 está siendo como esos veranos de niña entre la piscina del tío Ciriaco, los juegos con mi amigo Jesús, las siestas que no quería echar y tomar el fresco por la noche en la puerta de casa hasta que me quedaba dormida. En realidad, las obligaciones adultas no me permiten que sea así al 100%, pero casi.

Así que, cuando estuve pensando en qué libros escogería para mi serie Al murmullo del ventilador, decidí incluir uno que me recordara a la infancia. Estuve dudando entre varios que tengo por las estantería de mi casa y que tienen más de 20 años, pero finalmente me decidí por una historia a la que, tanto mis hermanas como yo, dedicamos muchas horas: Matilda, de Roald Dahl.

Matilda es una niña de 5 años que adora leer a autores como Dickens; es despierta, curiosa, viva, inteligente y posee un gran ingenio. Pero el entorno en el que vive no la favorece mucho. Sus padres son dos personas bastante ignorantes y cerradas de mente que no son capaces de ver lo extraordinaria que es y, lo que es más, ¡la menosprecian! Pero Matilda no se rinde fácilmente y, cada vez que la ridiculizan por algo, se las ingenia para darles un escarmiento.

La biblioteca y los libros suponen para Matilda una vía de escape a esa realidad tan fea en la que vive, hasta que comienza la escuela infantil. Allí conocerá a su amiga Lavender y, sobre todo, a su maestra, la señorita Honey. Pero también se topará con la temible directora, la Trunchbull, una abominable e inflexible persona que odia a los niños pequeños y que es el temor de todos los alumnos de la escuela Crunchem.

La Trunchbull trata fatal a los alumnos y no duda en castigar de forma muy dura a aquellos que ella cree que rompen las estrictas normas que impone. Sin embargo, los niños más avispados se encargarán de darla su merecido, sobre todo, cuando Matilda se entera del terrible secreto que guarda la señorita Honey.

Matilda es un libro irreverente y políticamente incorrecto y, precisamente por eso, ¡me encanta! Hay magia, hay adultos temibles, situaciones complicadas, pero también hay mucha imaginación, referencias a autores, juegos de palabras y mucho humor, a veces un poco negro. Ojo al repertorio de la señorita Trunchbull:

– ¡Este cretino -bramó la directora, dirigiendo la fusta hacia él [Bruce Bogtrotter] como si fuera un estoque-, esta espinilla, este ántrax asqueroso, esta pústula venenosa que veis ante vosotros, no es más que un repugnante criminal, un habitante del hampa, un miembro de la Mafia!

Aún así, es apto para niños de casi todas las edades.

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  • Un hijo, de Alejandro Palomas. Guille es un niño introvertido que acaba de comenzar curso en un nuevo cole. Sus padres están bastante ausentes y solo tiene una amiga, Nazia, una niña paquistaní que tendrá que casarse pronto en un matrimonio forzado. Guille está enamorado de Mary Poppins hasta tal punto que de mayor quiere ser ella. Y es este detalle el que despierta cierto recelo en su profesora, Sonia, quien está convencida de que lo que ven de Guille es solo la punta del iceberg y que hay un gran bloque de hielo sumergido.
  • Coraline, de Neil Gaiman. Coraline es una niña súper despierta que se acaba de mudar con sus padres a una casa misteriosa y con vecinos un tanto extraños. En una de sus excursiones, descubre que en el salón de la casa hay una puerta que la llevará a una casa paralela a la suya y con muchas similitudes. De hecho, allí también  viven unos padres que se parecen a los suyos. Parece el sitio perfecto para vivir solo que hay un problema: esos padres no son sus padres y esas cosas no son las suyas. Sin embargo, ¿podrá escapar Coraline de esta realidad paralela?
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