El disputado voto del señor Cayo, de Miguel Delibes

Pocas veces hasta el momento he releído algún libro. Hasta que, pensando en uno que pusiera en contexto el momento electoral por el que pasaremos en las próximas semanas, se me vino a la cabeza El disputado voto del señor Cayo, de Miguel Delibes, que leí hace unos cinco años en el club de lectura al que pertenecía.

Esta novela es una de las menos conocidas de Delibes pero, igual que me pasó con Señora de rojo sobre fondo gris, es una de mis preferidas de todos los tiempos. Incluso diría que El disputado voto del señor Cayo es uno de mis imprescindibles.

Como toda la prosa de Delibes, la de este libro es espectacular: cuidada al detalle, con un vocabulario extenso, precioso, muy de la época en la que se encuadra. Publicada en 1979, la novela consigue en poco más de 100 páginas, generar un retrato fiel del momento político y social que se vivía en España tras la muerte de Franco.

Nos situamos en una capital de provincias de Castilla y León unos días antes de las primeras elecciones generales de la democracia tras la dictadura franquista, que se celebraron el 15 de junio de 1977. Los líderes regionales de un partido político progresista se afanan por llevar su mensaje a todos los rincones de esta comunidad, una de las más afectadas por la despoblación ya por aquella época. Para eso, recorren los pueblos de mitin en mitin, sembrando entre los vecinos sus ideales, desde las políticas agrarias y de pensiones hasta el feminismo.

El mapa de Castilla y León está lleno de chinchetas con los lugares visitados, pero aún quedan algunos pueblos recónditos que no han visitado. Así que encomienda a Víctor, el Diputado; Rafa; y Laly, ir hasta allí y “evangelizar” la zona.

“Ganarte el voto de un paleto es fácil. Lo difícil es mentalizar a un paleto”

Cuando llegan a Cureña, uno de los pueblos del itinerario, encuentran al señor Cayo, que hace las veces de alcalde y de todo lo que haya que hacer en el pueblo, porque allí solo vive él con su mujer y “ese”, un vecino con el que no tiene relación.

El señor Cayo es un anciano que para San Juan Capistrano cumplirá 83 años. Conoce al milímetro las tierras que cultiva, los animales que le rodean, tiene muy poco contacto con el exterior pero tampoco le hace falta.

“- ¡Jo, Manolo! ¿Nos dice usted que Manolo baja con la furgoneta a mediados de mes?
– Así es, sí, señor, los días 15, salvo si cae en domingo. [señor Cayo]
– Pues usted me dirá. Franco murió el 20 de noviembre, de forma que se tiró usted cuatro semanas en la inopia.
– Y, ¿qué prisa corría? [señor Cayo]”

Después de pasar una tarde entera con él en su casa, siendo testigo de sus tareas, de sus habilidades y de su sabiduría, Víctor, el Diputado, comprende que ese “paleto” sabe algo que los que se han sofisticado no podrán saber nunca y, lo que es más, comprende que no han sabido entenderlos a tiempo y que ahora ya no es posible.

“Bueno, es una hipótesis, una bomba que matara al todo el mundo menos al señor Cayo y a mí […] si eso ocurriera, yo tendría que ir corriendo a Cureña, arrodillarme ante el señor Cayo y suplicarle que me diera de comer, ¿comprendes? -casi sollozaba-: El señor Cayo podría vivir sin Víctor, pero Víctor no podría vivir sin el señor Cayo”

Como ya he dicho esta novela de Delibes es una delicia de lectura, por cómo está escrita, por lo que cuenta y por cómo nos introduce en los ambientes de la España de la época. Pero, sobre todo, en esto días previos a la primera jornada de elecciones de este año, es una buena oportunidad de reflexionar acerca de cómo nos proponen el voto nuestros políticos y de nuestra responsabilidad ante las urnas.

“- Increíble, Dani. Él es como Dios, sabe hacerlo todo, así de fácil. Y ¿qué le hemos ido a ofrecer nosotros? Solo palabras, palabras y palabras,…”

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2 comentarios

  1. Happiness life
    23/04/2019

    Buenaas! Pues no la conocía pero por ahora no creo que lo vaya a leer >.<
    Gracias por la reseña <3

    1. Patricia
      24/04/2019

      La verdad es que este libro va bien en cualquier momento. Así que cuando te apetezca descubrir un poco más a Delibes, es un valor seguro.

      ¡Gracias por comentar!

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