A finales del mes de abril comencé a adquirir el hábito de levantarme antes de mi hora habitual. Lo hice por dos cuestiones: primero, porque me daba la sensación de que, trabajando en casa, no aprovechaba bien el tiempo; y, segundo, porque necesitaba hacer hueco para esas cosas que siempre dejamos para otro momento (especialmente el ejercicio). En esos días también estuve leyendo el libro Qué hace la gente exitosa antes del desayuno, de Laura Vanderkam y recogí frases interesantes como: “Antes de que el resto esté desayunando, la gente más exitosa ya se anotó victorias cotidianas que le ayudan...
Qué hace la gente exitosa antes del desayuno, de Laura Vanderkam
En colaboración con Wear it slow | Mi despertador suele sonar alrededor de las 7:30. Por lo general, lo apago rápidamente y… lo confieso: me doy un rato más en la cama. Eso implica que todo lo que tengo en mente para ese día vaya con retraso desde primera hora; que tenga que correr más de la cuenta sin darle a cada actividad el tiempo que necesita; y que renuncie a cosas prescindibles en ese momento, pero que me gustaría hacer. Puede que sepas a qué me estoy refiriendo: ejercicio, cuidado personal más allá de la ducha, desayuno pausado,...