La tarde que me llamaron para mi primer proyecto en serio como freelance recuerdo que iba andando por la calle y, al colgar, empecé a flotar. La sensación de satisfacción me embriagaba de arriba abajo. Desgraciadamente, duró poco. Unas horas más tarde estaba intentando poner sentido a los resultados de la búsqueda “Cómo hacerse autónoma” en Google. Y me agobié. Mucho...