Elemental 1: El botón de mute, el renacer de las newsletters y la belleza de lo cotidiano

Parecía que no, pero creo que ha llegado el día. Y digo creo porque no estoy segura de que, al final, vaya a darle a enviar. Llevo meses pensando en que el renacer de las newsletters es algo de lo que quiero formar parte pero, como casi siempre, mi miedo va por delante. Se ha encargado de repetirme hasta la saciedad preguntas del tipo, “pero ¿quién te va a leer?”. Y yo le he hecho caso; he subido su volumen y he pulsado mi botón de mute sin siquiera cuestionar la pregunta. Hasta hace unos días, cuando este tema me volvió a resonar y pensé que, si había vuelto, tenía que hacerle caso. Ya tengo una edad, y sé cómo me funciona esto.

¿Hay algo por lo que estés pulsando tu botón de mute que te moleste, como cuando se te mete una pestaña en el ojo? Aunque es incómodo, puedes tirar con ello, pero sabes que está ahí y, en muchas ocasiones, tienes que pararte por un momento a solucionarlo.


Elemental

Al tiempo que las newsletters se ponen de moda, lo está igualmente ponerles nombre. Aunque con los años también he aprendido a no seguir demasiadas corrientes, esta es una que me va bien. Como buena veleta, he tardado bastante en decidir cómo quiero rebautizar esta carta a la que, por si no te acuerdas, te diste de alta desde el blog www.reporteraliteraria.com. Allí he hablado mucho tiempo de libros, pero, inevitablemente, también de las cosas que me mueven: la sostenibilidad, la vida consciente, el emprendimiento, el crecimiento personal, los viajes y las cosas de la vida que considero importantes. Así que, por esta temporada, esta newsletter se llamará Elemental, una palabra que tanto en español como en inglés, hace referencia a lo fundamental, a aquello sobre lo que se levantan los cimientos de algo.


La belleza de lo cotidiano

Y es que, si hay algo que me remueve en estos momentos es la sencillez de la cotidianeidad. Es lo que tiene haber estado los últimos tres meses en casa y haber aprendido a emplear el tiempo de una manera diferente, entre cuatro paredes. No ha sido fácil bajar el ritmo a la vez que asimilábamos todo lo que estaba pasando, pero, inevitablemente, adaptarse ha sido necesario. Y las escenas del día a día, sin grandes aspavientos, han sido las protagonistas. Si te ha costado verlo o sentirlo, echa un vistazo a los vídeos de esta youtuber coreana, que más bien parecen documentales de su vida diaria. La mayor parte de ellos transcurre dentro de su casa, haciendo las tareas domésticas, en la cocina o jugando con su hijo, sacando partido a cosas tan sencillas como limpiar el polvo (tiene más de millón y medio de seguidores).


Mis cosas de esta semana

  • Un libro. Aunque he hecho muchas cosas durante el confinamiento, una de ellas no ha sido la lectura. Falta de concentración. Aunque he vuelto a ella, y ahora estoy leyendo uno de los recomendados del Club de Lectura de Reese WitherspoonThe Jettsetters, de Amanda Eyre Ward.
  • Un podcast. Estoy descubriendo muchos podcast en inglés (porque me estoy preparando un examen de inglés y la verdad es que son una herramienta fantástica) y me quedo con el de una de mis autoras favoritas, Cheryl Strayed. Se llama Dear Sugars, tiene muchísimos episodios y en cada uno de ellos, tanto Cheryl Strayed como el copresentador, Steve Almond, dan consejos a aquellos que les escriben preocupados por un tema: amor, amistad, familia,…
  • Una newsletter. Ya que estamos hablando de este tema, os enlazo una de mis newsletters favoritas, Fetén, de Nazaret Escobedo, por cierto, admiradora de Fernando Simón.
  • Una receta. Esta semana ha tocado comida japonesa, aunque todavía tengo que perfeccionar la técnica.
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