Quizá uno de los placeres de la vida sea viajar. Cuando imaginamos que nos toca la lotería, somos muchos los que decimos: pues me haría un buen viajecito. Y, mientras esperamos a que nos toque o a que lleguen las vacaciones de verano, nos quedamos con las ganas de salir de casa y conocer mundo. La preciosa estación de Atocha desde el ascensor panorámico del Museo Reina Sofía Tengo la sensación de que cuantos más aviones cogemos, más kilómetros recorremos y más lejos de casa nos vamos, mejor valoramos nuestros viajes. Pero, lo que ya os he comentado otras...