Hacía casi tres meses que no salíamos de excursión. El invierno invita a recogerse y las obligaciones se imponen. Pero el mes de marzo es en el que empieza la primavera y los días se van haciendo más largos; la morriña del sofá y la mantita empieza a diluirse. Por eso el domingo pasado decidimos que iba siendo hora de planificar algo; cortito, pero algo. Me apetecía ir a un lugar y mirarlo con los ojos del viajero: fotografiar rincones, descubrir paisajes, ver gente y disfrutar de nuevas situaciones. ¡En marcha! Nos vamos de excursión Al final salió una...