En mi última Veleta reflexionaba sobre el hecho de ser o no madre y, en concreto, de serlo o no a partir de una determinada edad. Tengo muy presente el tema porque en nada cumplo 38, no tengo hijos por elección, y el reloj biológico está continuamente marcándome la cuenta atrás. Y yo, reina de las decisiones fundamentadas, estoy documentándome bastante sobre el tema. En realidad, aunque todavía está por ver si tengo o no descendencia, me he dado cuenta de que, en este punto, me interesa más conocer la no maternidad. Sobre todo, porque tengo muchos más referentes...