A la media langosta y a mí nos gusta aprovechar el día 12 de octubre para disfrutar del desfile del Día de la Hispanidad desde otro punto de vista. Antes íbamos a La Cantueña, que es un cerro perteneciente a los términos municipales de Parla y Fuenlabrada, en el sur de Madrid, y desde allí, seguíamos con los prismáticos los movimientos del desfile aéreo.
Pero, desde hace unos años, descubrimos otro sitio privilegiado en el que, además, podíamos ver cómo aterrizaban algunos de los aviones tras el desfile: el entorno de la base aérea de Getafe. Está situada cerca del cementerio municipal de Getafe y de la estación de Cercanías del Sector 3. Es una zona militar vallada pero por los alrededores hay un carril bici y un paseo por el que diariamente transita mucha gente haciendo deporte.
Una de las cosas que más me gustan de mi viaje en tren para ir al trabajo, por el que paso diariamente por la estación de Getafe Sector 3, es la vista que me ofrece de la pista de aterrizaje de la base que, cuando llueve o hay niebla, está iluminada y es una pasada.
Cartel de la base aérea de Getafe. Zona militar. No detenerse. Prohibido el paso. |
Justo ayer llovía bastante pero, a pesar del agua, la media langosta y yo nos acercamos como ya es costumbre a ver los aviones. Cuando salimos, en la radio anunciaban que era posible que el desfile aéreo se anulara y que tan solo saliera la Patrulla Águila, que son los que pintan en el cielo los colores de la bandera española.
Luces que anuncian la base aérea de Getafe |
Y es cierto que el desfile aéreo de ayer fue algo más corto que en ocasiones anteriores pero, aún así, pudimos disfrutar, bajo nuestros paraguas y con las manos como témpanos de hielo, algunas pasadas de aviones y aterrizajes que merecieron la pena. Además, el agua ahuyenta bastante a los curiosos y éramos muy pocos los que estuvimos allí.
Pista de la base aérea iluminada |
En torno a las 11:30 vimos los primeros aviones a lo lejos, que casi no captó la cámara por las nubes, la lluvía y la lejanía. Pero alrededor de las 11:40, otros dos aviones nos pegaron una pasada por encima de las cabezas y, dos minutos más tarde, estaban enfilando para aterrizar en la pista de la base aérea. Vimos de frente cómo se preparaban y notamos cómo iba acrecentándose el ruido según se acercaban, además del olor a queroseno.
Fue un momento súper chulo e impresiona a los que no estamos acostumbrados a ver este tipo de maniobras en directo. Lo cierto es que disfrutamos mucho la mañana a pesar de la lluvia y del primer día de fresco de verdad en Madrid. Espero que os guste el vídeo tanto como me gustó a mí grabarlo ayer. Y, ya sabéis, si os animáis, el año que viene nos vemos en la base aérea de Getafe.
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