Alguien dice mi nombre. Con la P. La P es la letra de los Plebeyos. Del Primer amor. Es la inicial de mi ciudad favorita, París, y de mi pueblo, Parla. De Paul, Auster. De la Periodista que soy. Y de la Profesora que me gustaría ser. Es la P de la Pasión, del Pálpito acelerado de mi corazón, de la Palidez de mi piel, de la Paciencia que no tengo, de las Páginas que me quedan por escribir, de mi Padrino, te adoro. La P, de Patricia.
No tengo a mano la enciclopedia de la Editorial Universo para ver cómo define cada una de estas palabras. Pero, desde luego, me puedo imaginar a los comerciales de la delegación de Granada frente a mí haciendo el relato. Especialmente a Vicente, ese personaje secundario que todo lo inunda. A su lado, sentada muy recta, con una chaqueta fina de punto por encima de los hombros y gafas de pasta, está Consuelo, la secretaria.
El recién llegado, León Egea, mira, observa, opina, saca conclusiones. Pero en esta novela de Luis García Montero, nada es lo que parece. Tiene forma de novela y, sin embargo, es pura poesía. Te enreda en el universo de una trama aparentemente sencilla para después descolocarte por completo en las últimas páginas.
Son muchas las palabras que definen esta novela y, aunque el juego con la P es tan solo algo que comprenderá quien se acerque a ella, me apetece seguir por este camino. Porque en Alguien dice tu nombre, la P es la inicial de tres conceptos fundamentales que le dan sentido: la Palabra, la Pasión y los Principios. Ahora lo veréis.
Las Palabras
León Egea Extremera es un estudiante de primer curso de Filosofía y Letras. Corre el caluroso y seco verano de 1963 en Granada cuando su profesor de literatura le encuentra un modesto trabajo como comercial de la enciclopedia en la Editorial Universo. Allí conocerá, guiado por Vicente Fernández Fernández, los entresijos de la profesión o, al menos, eso piensa él. Aunque poco importa, porque León Egea en realidad quiere ser escritor, ama la literatura y gracias a ello tenemos entre manos su diario, sus sentimientos, su vida.
La Pasión
Gracias a este cuaderno somos testigos del primer amor de León Egea, de un verano entero a escondidas con una mujer diecisiete años mayor que él; una mujer diferente, apasionada y apasionante. Un amor que empieza como la mayoría, de una manera sencilla, progresiva, casi sin darte cuenta.
Los Principios
A lo largo de las páginas encontramos pistas de la rebeldía de León, de su carácter, de su escasa tolerancia a la indiferencia. La novela es un homenaje a los que no son indiferentes, a los que luchan por algo, a los que no tienen miedo.
Son las Palabras, la Pasión y los Principios, nada más y nada menos, lo que mueve a León Egea durante toda la novela. Eso sí, de manera lenta, como un verano caluroso en una ciudad de provincias. Solo hay que dejarse llevar por la brisa caliente que azota a los días de verano y refrescarse cada vez que vuelve el agua a las cañerías. Pero no conviene dormirse en los laureles porque el viaje es tan plácido que el final llega de sopetón. Vale más abrir los ojos y permanecer atento.
Luis García Montero en la Feria del Libro de Parla
Luis García Montero estará en la Feria del Libro de Parla, que se celebrará entre los días 24 y 26 de abril. La asistencia es libre. Permitidme que os lo recomiende, tanto el libro, como la feria. Es una buena oportunidad para comentar nuestras impresiones con el autor. Lo pasamos genial y, de verdad, para los que estáis en Madrid, Parla no está tan lejos 😉 Nos separan apenas 30 minutos en tren con la Puerta del Sol.
03/09/2019
[…] Alguien dice tu nombre, de Luis García Montero. No tengo a mano la enciclopedia de la Editorial Universo para ver cómo define cada una de estas palabras. Pero, desde luego, me puedo imaginar a los comerciales de la delegación de Granada frente a mí haciendo el relato. Especialmente a Vicente, ese personaje secundario que todo lo inunda. A su lado, sentada muy recta, con una chaqueta fina de punto por encima de los hombros y gafas de pasta, está Consuelo, la secretaria. El recién llegado, León Egea, mira, observa, opina, saca conclusiones. Pero en esta novela de Luis García Montero, nada es lo que parece. Tiene forma de novela y, sin embargo, es pura poesía. Te enreda en el universo de una trama aparentemente sencilla para después descolocarte por completo en las últimas páginas. […]