Cosmética del enemigo, de Amélie Nothomb

En la última sesión del Club de Lectura Parla Este, uno de los compañeros habló de Cosmética del enemigo, de Amélie Nothomb y lo apunté para leerlo próximamente. El caso es que como es un libro muy cortito, lo intercalé entre las lecturas pendientes y hoy os traigo la reseña.

Ya había leído algo de Amélie Nothomb el año pasado, Estupor y temblores, pero en cuanto a temática son dos novelas muy diferentes. La que os reseñé en su momento es una novela autobiográfica que cuenta la historia de una joven occidental que consigue un empleo en una importante compañía nipona en Tokio y lo que sigue es un relato espeluznante de cómo “trabaja” la sobre-jerarquizada sociedad japonesa.

Sin embargo, en Cosmética del enemigo, Nothomb enfrenta a dos individuos en la sala de espera de un aeropuerto. El vuelo de Jérôme Angust sufre retraso y no le queda otra que esperar y decide ponerse a leer. Sin embargo, un desconocido llamado Textor Texel se le acerca y comienza a hablarle sin razón aparente.

El diálogo incómodo de quien no ha pedido conversación da paso a un relato excéntrico y surrealista de un interlocutor perturbador y a una serie de revelaciones que Jérôme no puede acabar de creer: Textor Texel violó a una mujer hace 20 años y la mató 10 años después.

Pero, ¿por qué le cuenta esas cosas a él? ¿Será casualidad? Desde luego, Textor Texel y Jérôme Angust tienen más conexión de la que pensamos en un primer momento…

La narración de Cosmética del enemigo sí que me ha recordado a Estupor y temblores. Es una prosa inquietante, sombría, directa al grano. Si el primer libro es intenso y duro, este último lo cerré con cierta angustia. Sin ninguna duda, Amélie Nothomb logra traducir en sensaciones aquello que describe con palabras en unas pocas páginas. Me ha parecido espectacular; hacía tiempo que no me pasaba algo así.

¿Por qué Cosmética del enemigo?

Una de las cosas que me intrigaban es el título del libro. ¿Por qué Cosmética del enemigo? Textor Texel define esos dos términos así en su relato:

Cosmética: “Soy una persona extremadamente formalista. Actúo según una cosmética rigurosa y jansenista…..La cosmética, ignorante, es la ciencia del orden universal, la suprema moral que determina el mundo”.

Enemigo: “Es aquel que, desde el interior, destruye lo que merece la pena. Es el que te muestra la decrepitud contenida en cada realidad. Es aquel que saca a la luz tu bajeza y la de tus amigos. Es aquel que, en un día perfecto, encontrará una excelente razón para que te tortures. Es aquel que te hará sentir asco de ti mismo. Es aquel que, cuando entreveas el rostro celestial de una desconocida, te revelará la muerte contenida en tanta belleza”.

Para poder interpretar bien estas definiciones es necesario llegar hasta el final del libro. Pero es una metáfora muy bien elegida. Os espero en los comentarios.

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