El noviembre de Kate, de Mónica Gutiérrez (Serendipia)

Si hay algo difícil en estos días que corren es encontrar a alguien o algo que realmente te haga sentir bien. Ya sabéis a lo que me refiero: alguien con quien charlar y que te escuche de verdad sin que la conversación sea un (mal)educado intercambio de egos; o alguna cosa material que valga más por cómo te hace sentir que por fanfarronear ante los demás. Por eso, cuando leo que las novelas feel good son lecturas fáciles que lo único que intentan es entretenernos para pasar un rato agradable, me pregunto, ¿acaso lo que nos mueve no es...

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