Me ocurre muchas veces. Escucho una palabra nueva y me quedo ahí un rato, repitiéndola mentalmente. Heima, heima, heima. ¿No pensáis que es una palabra preciosa? A mí, desde luego, me lo parece. Pues, Heima es hogar en islandés y, además, la frase al completo conforma el título de la segunda novela de Laia Soler. Los que soléis seguir blogs de literatura probablemente la habréis visto reseñada ya en un montón de sitios. Yo llegué a ella gracias al Club de Lectura de mi madrina, del blog Valen más mil palabras que una imagen. Y la verdad es que...