Hace unos meses, una compañera de trabajo me recomendó un libro que estaba leyendo y del que le había hablado otra compañera (asturiana, para más señas). Así que abrí mi wishlist y anoté el nombre. Dejar las cosas en sus días, de Laura Castañón.
Y pasaron los meses entre los libros del Club de Lectura y otros que me lancé a leer por esta pura curiosidad que me puede. Pero cuando me apunté al reto de Mónica Serendipia y vi que una de las participantes, RustisyMustis, había propuesto este libro, sabía que era una señal.
Así que no hice más que terminar Tokio Blues, de Murakami, y me sumergí en el mundo de la familia Montañés. ¡Vaya cambio! Para ello, me trasladé a Asturias, principios del siglo XX y, en concreto, a la población minera de Bustiello, que se desarrolló bajo el paternalismo industrial del Marqués de Comillas, Claudio López Bru.
Una vez instalados en este ese escenario, imaginad ahora una finca (Pomar); una familia (la de Benito Montañés, el director de la Sociedad Hullera Española, con sus seis hijos); un rosario de protagonistas secundarios, todos relacionados entre sí y con un papel más o menos relevante en la historia; y una tela de araña de tramas en las que el amor, los intereses, el poder, las revoluciones, la República y, para terminar, la Guerra Civil, se confabulan para engancharte y arrastrarte con ellos.
Por si esto no fuera bastante, se suma al relato la voz de Aida Montañés, bisnieta de Benito Montañés, una periodista que busca sin descanso los restos de su abuelo y que intenta recuperar, a retazos, la historia de su familia a la vez que desenmaraña una complicada historia de amor con un actor llamado Bruno Braña.
El pasado y el presente se van intercalando de forma grácil con la ayuda de Paloma Montañés, tía-abuela de Aida y último testimonio vivo de la casa de Pomar y os aseguro que todo, absolutamente todo en esta novela con toques de folletín cuidado al detalle, cobra sentido antes o después. Tanto la historia actual de Aida como aquello que le sucedió en la familia Montañés décadas atrás son piezas fundamentales.
Te enganchará el libro si gustas de conocer a los personajes a través de sus propios actos y no por lo que cuenta el autor de ellos; si eres un apasionado de los datos, las referencias, las conversaciones, la ficción pero también de la historia del siglo XX (focalizada sobre todo en Asturias).
Y si, como me ha pasado a mí, hay pasajes que crees que podrían obviarse porque tanto detalle en las descripciones no es necesario, ten en cuenta lo que te he dicho antes: toda la obra tiene un por qué. Muchos de ellos los irás respondiendo a lo largo de las páginas pero, desde luego, lo mejor es el desenredo de la madeja final. No hay nada dejado al azar, todo encaja en el puzle.
Y, por lo visto, hay más: Dejar las cosas en sus días es el primer libro de una trilogía de la que su autora, Laura Castañón, está preparando ya la segunda parte. Para mí es fácil responder a la pregunta ¿recomendarías este libro? porque ya te diré que, cuando salga la segunda parte, me la voy a leer. Así que ya sabes la respuesta.
Tiempo después, cuando la vida se convirtió en aquel calvario innombrable de gritos, desdén y golpes, había llegado a la conclusión de que las personas pueden ser buenas o malas, tontas o listas, pero siempre, si uno abre bien los ojos, siempre hay un momento, un detalle, que da la medida exacta de ante quién estamos, incluso si esa persona hace lo posible por fingir ser otro.
Pobláu Mineru Bustiello
La novela, como ya he comentado, está situada en un poblado minero creado ad hoc por el segundo Marqués de Comillas, Claudio López Bru, a finales del siglo XIX. Hay una página dedicada a este poblado en el que se pueden contemplar fotos espectaculares y poner una imagen real a todo lo que relata Laura Castañón en su historia aunque (os he de decir que lo que me imaginaba se acerca mucho a lo que he visto).
Hay mucha documentación sobre este poblado diseñado respondiendo al patrón de las clases sociales. Las casas de los mineros eran más pequeñas y austeras que las de los altos mandos y, además, estaban situadas en sitios distintos. Incluso, parece ser que se modificó el terreno para que los edificios públicos estuviesen colocados en niveles más altos.
La calidad de vida para los trabajadores bajo el protectorado del Marqués de Comillas era mayor que en otras zonas y, además, gozaban de ciertos beneficios. Sin embargo, y esto se refleja en el libro de Laura Castañón, estaban muy condicionados por las creencias religiosas del Marqués y todo estaba sesgado por su visión. Es por esto que a este tipo de poblados se les califica como de paternalismo industrial.
Para ampliar el tema, os recomiendo leer este artículo de El País titulado “La utopía del padre patrón” en el que os podéis hacer una amplia idea de cómo funcionaba este protectorado.
05/02/2015
Hola!
Pues leyendo la reseña tiene buena pinta el libro! Así que me lo apunto para el futuro. 🙂
06/02/2015
Hola Dru!
Cuando lo hayas leído me dices y así compartimos comentarios! O, incluso, cuando lo estés leyendo porque como hay tantas tramas y tanta tela que cortar, da para mucho!
Un abrazo!
06/02/2015
Sí! desde luego!! 😉
09/02/2015
Hola, pasaba por aquí porque te he visto apuntada en el Club adopta un blog y estás buscando padrino. Hace poco tiempo pasé de los 100 seguidores y ya puedo ser padrino así es que, si quieres, puedo ser tu padrino. Pásate por mi blog a echarle un vistazo y si te convence, me escribes. Un saludo y suerte!
24/02/2015
José Ángel, muchas gracias por ofrecerte. Aunque ya tengo madrina es todo un honor que me propusieras ser padrino. Gracias de nuevo y espero leerte por aquí!
09/02/2015
Hola!
La verdad que no conocía el libro pero no tiene mala pinta. Quizá le de una oportunidad más adelante,
Gracias por la reseña.
PD: Tienes un blog muy chulo, por aquí me quedo^^
Yo también pertenezco al "Bloggeros literarios España" así que te invito a conocer mi blog.
Besotes!
16/02/2015
¡Hola!
Venia a decirte que te he nominado a un premio en mi blog. Te dejo aqui el enlace: http://elfrikimundodecarly.blogspot.com.es/2015/02/premios-una-pequena-sorpresa-que-esta.html
¡un besito!
(P.D: te recomiendo poner el gadget de seguidores un pelin mas arriba, asi es mas facil de ver y mas gente te seguira 😀 )
18/02/2015
Ohhhhh Carly RM, muchas gracias por la nominación, ¡es todo un honor! En breve entrada para celebrarlo.
Un besín y muchas gracias por tu recomendación. Tienes toda la razón 😉
23/02/2015
Hola ^^ he llegado desde el blog de tu madrina y me quedo por aquí ^^
24/02/2015
Bienvenida, Estefanía 🙂
24/02/2015
Lo dejé pasar en su momento porque me pareció muy largo, pero dada la buena crítica que e has hecho lo volveré a tener en cuenta. Un beso.
04/09/2019
[…] los que me apunté al comienzo del año. Se trata del reto Serendipia, gracias al que ya he leído Dejar las cosas en sus días, de Laura Castañón, y La amiga estupenda, de Elena Ferrante, uno de mis preferidos de este año. […]