Viajar a Bélgica en coche: ¿Y por qué no?

No sé si os pasa pero a mí me gusta improvisar y, cuando se trata de viajes, la cosa no es diferente. A principios del mes de mayo estaba hablando con una compañera de la final de la Champions (que como sabéis se jugó en Milán) y fue entonces cuando ella me dijo que en junio iba a recorrer Italia en coche aprovechando que su hija se encontraba allí de Erasmus.

Yo llevaba mucho tiempo queriendo ir a Londres y parecía claro que en breve iba a reservar los billetes y que ese iba a ser mi plan de verano. Pero, hablando con mi media langosta sobre el viaje de mi compañera, se nos encendió una bombillita. ¿Y por qué no hacemos algo diferente este año, cogemos el coche y vamos a Brujas, que es un destino que tienes ganas de conocer?

Mi primera reacción: What?

Pues porque Bélgica está a tropecientos kilómetros y se tarda mucho en llegar; porque a mí no me gusta conducir y no cogería el volante en todo el camino; porque es más caro ir en coche que en avión; porque según está la situación de revuelta; porque mi abuela va a pensar que estoy loca de remate; porque mi vecino de enfrente,… porque porque porque. Excusas.

Google dice que hay 1.544 kilómetros

Después de todas las pegas iniciales típicas de un buen viajero inexperto, empecé a buscar información a través de Internet. Google: “Viajar a Bélgica en coche”. 109.000 resultados. 1.544 kilómetros, 14 horas y 18 minutos. Cientos de experiencias de gente que ha ido y vuelto en coche a Bélgica desde cualquier punto de España. Vale, se puede, la gente lo hace y no muere en el intento.

Nosotros habíamos hecho otro road trip hacía unos años a Portugal y otros tantos por España pero, desde luego, por número de kilómetros, la aventura belga era la de mayor enjundia. Lo que tuvimos claro desde el principio es que no íbamos a conducir durante 14 horas seguidas para llegar a Bélgica sin más, sino que haríamos las suficientes paradas como para tomarnos el viaje con calma y disfrutar de él.

Mi segunda reacción: ¡nos vamos a Bélgica!

Definiendo el itinerario

A pesar de que quedaba menos de un mes y medio para la fecha de viaje elegida (27 de junio), os puedo asegurar que tuve tiempo de sobra para organizar todo. Lo primero, fueron las paradas que íbamos a hacer. Y el itinerario quedó tal que así:

La primera etapa que haríamos sería Madrid-Burdeos, unos 700 kilómetros de coche en el primer día por estar más frescos que una lechuga, con sus correspondientes paradas. Esta primera parada la tenía más que clara cuando empecé a mirar el mapa. Burdeos: la capital de Aquitania.

La segunda etapa fue sugerencia de la media langosta. ¿Y vamos a ir a ver la playa del Desembarco? Pues claro, paradita en Normandía. Aquí tenía previsto un hotel en la misma playa de Omaha pero, al final, me decidí por un pequeño pueblo con mucha historia de la II Guerra Mundial: Bayeux. Todo un acierto.

La tercera etapa ya nos llevaba a Bélgica, donde visitaríamos Brujas en la cuarta etapa, que fue nuestro campamento base. De ahí, iríamos a Bruselas (quinta etapa).

En un principio, la vuelta pensábamos hacerla por Nantes pero cambiamos el itinerario sobre la marcha, y me alegro porque cerca de Niort, donde hicimos noche, encontramos uno de los pueblos franceses más bonitos: Coulon (sexta etapa).

Última parada antes de volver a Madrid: Zarautz (séptima etapa), ese pueblo costero del País Vasco que Arguiñano ha puesto tan de moda y del que me llevé fotos de postal.

En total: cerca de 3.400 kilómetros de experiencia para nuestros cuerpos. Y, sin duda, uno de los mejores viajes que he hecho nunca.

¿Cómo, que todavía no te has convencido? No te preocupes. Sigue leyendo nuestra experiencia de viaje en los siguientes posts y, cuando llegues al final, me cuentas.

12 comentarios

  1. […] este libro me ha traído de nuevo a la memoria el roadtrip que hice a Bélgica con la media langosta hace tres años: un total de 3.400 kilómetros de experiencia y, sin duda, uno de los mejores viajes que he hecho […]

  2. […] voces que me reprocharon mi cobardía entonces, fueron las que me tildaron de loca por hacer un roadtrip de más de 3.000 kilómetros en coche. Pues […]

  3. […] Si hablamos de números, este año no he superado mi reto principal de leer 45 libros en 2016: ha quedado al 80%. Esto ha pasado por la combinación de dos principales factores: algunos meses de sequía y mucho tiempo dedicado a otras lecturas más prácticas, como cuando organicé mi viaje a Bélgica desde Madrid en coche pasando por Burdeos y Normandía. […]

  4. […] que habéis seguido nuestra aventura a Bélgica del pasado verano, sabréis que en nuestra parada en Normandía, visitamos el cementerio americano de Normandía, […]

  5. […] campamentos base de toda la experiencia francesa y belga los asentamos en B&B. Ya os he hablado de todos en los que estuvimos en cada una de las […]

  6. […] habéis leído la aventura belga de 2016, ya sabéis que yo, aunque tengo carnet, no conduzco porque no me gusta demasiado, y que solo lo […]

  7. […] pasa en épocas en las que me busco mucho a mí misma porque no tengo claro hacia dónde me dirijo (excepto la aventura belga en coche, claro). Además, en estos meses sentí que me apetecía leer cosas como para no pensar demasiado, y lo […]

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  12. […] Conocí el trabajo de Aniko Villalba entre los años 2013 y 2014. Fue Google quien nos presentó a su blog y a mí justo cuando buscaba información sobre un tema que me inquietaba con respecto a viajar por el mundo. Encontré bastante paz en un post suyo titulado “El miedo a viajar (y por qué no hay que dejar que nos frene)”, y no es que de repente me colgara la mochila y saliera como si nada. No, pero empecé a dar pequeños pasos en firme que me llevaron, por ejemplo, de Madrid a Bélgica en un road trip el verano de 2016. […]

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