Practicas la biblioterapia (aunque todavía no lo sepas)

Biblioterapia para emprendedoras

Biblioterapia especial emprendedoras

Hace un tiempo descubrí que, leyendo ciertos libros, la presión de algunas inquietudes que me rondaban, disminuía. Viene a ser algo así como que, según voy pasando páginas, se produce una catarsis progresiva que me permite ver las cosas más claras o desde otro punto de vista. Cuando termino de leer, siento que he soltado lastre.

No sé si lo has experimentado alguna vez. Quizá, mientras leías el párrafo anterior, te ha venido a la cabeza algún libro, pero nunca te habías percatado de este poder clandestino que tiene la lectura. Yo tampoco lo había hecho hasta que un día, de camino al trabajo en el tren, leía Una madre, de Alejandro Palomas, y, casi sin darme cuenta, empecé a llorar. Noté (casi que oí) cómo mi cabeza hacía clic.

Es posible que, si lees esta novela, disfrutes mucho con la historia de Amalia y de su familia, pero que no sientas ninguna revelación. Es normal. Cada uno tenemos nuestros propios libros y, lo más importante, cada uno de ellos tiene su propio momento. Puede que, si hubiera descubierto Una madre en otro período de mi vida, no habría conectado tanto con él.

Medicina para el alma

El caso es que, después de ese episodio, vinieron otros, así que un día me puse a buscar información sobre el tema. Resultó que esto que me estaba ocurriendo tenía nombre, biblioterapia, y que se practicaba ya desde hacía algún tiempo, siglos para ser exactos. En la entrada a la biblioteca de la antigua ciudad de Tebas rezaba una inscripción que decía: “medicina para el alma”.

Pues sí, la historia de la biblioterapia, más allá del término como tal, viene de bastante lejos y, aunque en España casi no se ha hablado de este tema, resulta que en otras partes del mundo (como en Reino Unido, por ejemplo) su práctica está muy extendida. De hecho, grupos de expertos ya la aplican de manera clínica.

Pero, al margen de los beneficios terapéuticos de la biblioterapia (eso se lo dejamos a los especialistas) a mí me interesa mucho ese poder oculto de los libros que os decía al principio: su capacidad de empatía para ayudarme a entenderme a mí misma y al mundo en el que vivo (como lo tienen la filmoterapia o la musicoterapia).

La biblioterapia va más allá de los libros de autoayuda

En este punto, quizá te estés preguntando con qué tipo de libros es posible hacer biblioterapia. En realidad, cualquiera te vale. La biblioterapia está en ojo del que lee. ¿Valen los libros de autoayuda? Si te sirven a ti, sí, aunque va muchísimo más allá de ellos.

Justo ese el objetivo de esta sección: descubrirte historias que te sirvan a ti en tu faceta de emprendedora y que te ayuden a focalizar temas que te preocupen, inquieten o que te inspiren: novelas, poesías, relatos autobiográficos, biografías,… El abanico es inmenso.

En los próximos números, por ejemplo, descubriremos la cara más vulnerable de una prestigiosa emprendedora científica de principios del siglo XX, o los orígenes muy humildes de otra que llegó a ser una de las personas más influyentes en el ámbito de la moda. Leeremos libros sobre éxitos y fracasos, comienzos, techos de cristal, conciliación, cambios radicales, otros más progresivos, maternidad, búsqueda del camino, de la identidad… Muchas emprendedoras de carne y hueso o de ficción tienen mensajes para nosotras, y aquí los vamos a descubrir.

Si quieres leer más sobre biblioterapia o necesitas inspiración para encontrar tu próximo libro, puedes apuntarte a mi newsletter para recibir novedades todos los meses, o visitar mi web para encontrar mucha más información sobre estos temas.

Si te interesa que encuentre un libro sobre un tema en particular y escriba en estas páginas sobre él, escríbeme.

2 comentarios

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