La felicidad después del orden, de Marie Kondo

Ahora que el método KonMari se ha puesto de moda por la serie sobre organización que emite Netflix, he vuelto a Marie Kondo, pero esta vez a su segundo libro, La felicidad después del orden. Hace un par de años reseñé su éxito mundial, La magia del orden, y, tras esta segunda lectura, he sacado dos conclusiones: la primera, que si has leído La magia del orden, no es necesario que leas La felicidad después del orden. En este último libro, se resume, en esencia, lo que ya enseñaba en el primero, salvo algunas puntualizaciones.

La segunda conclusión es que, aparte de aquello que saqué de provecho en La magia del orden, no he conectado mucho con esta segunda lectura. Lo más probable es que yo me encuentre en un momento de vida diferente y ese sea el motivo. Pero me explico un poco mejor.

Básicamente, el método Konmari consiste en ordenar tu casa de tal manera que solo te quedes con las cosas que te producen felicidad, aquellos con los que te sientes bien. Pero, para llegar a este punto, tienes que coger con tus manos cada objeto que posees y evaluar qué sientes. Si te da alegría, consérvalo, aunque sea una excentricidad. Si dudas, quizá sea el momento de darle las gracias y dejarlo ir. Y, si definitivamente no sientes alegría alguna, agradece su papel en tu vida y deséchalo. De esta manera, en tu casa solo tendrás cosas que te inspiren alegría y disfrutarás de ellas con mayor plenitud.

Y hasta aquí, estupendo, me encanta y, además, la filosofía que siento en las páginas de estos libros es la del minimalismo. Sin embargo, no creo que quede del todo claro que la idea del orden y de deshacernos de las cientos de cosas que compramos tienen una segunda lectura: la de la cultura del comprar-usar-tirar (e incluso a veces comprar-tirar) y del consumismo.

Tiro esto porque no me hace feliz, aquello porque no vibro con ello… Pero, ¿cuántos recursos se han empleado en hacerlo? ¿Cuánta basura generamos? ¿Somos conscientes de esto? Estoy de acuerdo en que los objetos que tenemos deben de darnos felicidad pero este principio debería casar con otros más terrenales, como ser consciente de lo que consumo y no estar enganchado al círculo vicioso del consumismo. Con esta suma de tres, tendríamos casas más organizadas y con los elementos justos que nos hacen sentir felices.

En este segundo libro vuelve a sorprenderme la forma tan humana con que Marie Kondo trata a sus pertenencias: las siente, les da las gracias, las almacena de forma que descansen correctamente,… En realidad, a pesar de parecerme extraño, me encanta esta manera de estar agradecidos con aquello que tenemos. Aunque no lo practico tal y como ella lo explica, creo que es fundamental que cada uno de nosotros, como crea oportuno, agradezca todo lo que tiene.

Este punto excéntrico-filosófico es lo que, en realidad, me gusta del método Marie Kondo. Es lo que me gustó de La magia del orden y lo que me ha vuelto a conectar con la autora en La felicidad después del orden. En este momento me interesa poco la forma de almacenar mis pertenencias o de hacer maratones del orden (sencillamente porque no tengo tantas cosas como para que me sea urgente ponerme a ello), pero me fascina cómo relaciona todo lo que tiene que ver con ordenar tu casa en el equilibrio de tu vida. En algunos de los casos que expone me parece demasiado, pero me quedo con la esencia: el agradecimiento de todo lo que tenemos alrededor, ya sea material o no, como base de nuestra felicidad.

Biblioterapia

Este libro está recomendado para lectores que deseen encontrar un método para organizar sus casas (y, por consiguiente, sus vidas). Es un libro práctico, porque ofrece consejos útiles de organización, pero también tiene una parte más teórica o filosófica, en la que reflexiona acerca de cómo a través del orden podemos alcanzar la felicidad vital.

Si te gusta este libro, también te gustará…

12 comentarios

  1. Keren Verna
    19/03/2019

    Hola, conocí a la autora porque una amiga estaba leyendo La magia del orden. Vi medio capítulo de Netflix y no sé, me di cuenta que no es para mí. Me parece interesante la crítica al consumismo y a acumular, pero no es para cierto grupo social de mi país, que siempre tienen pocas cosas porque no tienen dinero para comprar más. Igual me pasó con un documental en Netflix sobre minimalismo, un tema que también me interesa mucho, pero contado por norteamericanos, con otra realidad completamente diferente. Para ellos es "normal" comprar de todo. Acá en mi país, para cierto grupo social, lo anormal es comprar de todo.
    Me recuerda al movimiento Slow, que al final termina siendo para cierta clase social alta.
    Por otra parte, de todas maneras, es interesante la propuesta del consumismo moderado, porque siempre uno tiende a comprar algo que no necesita.
    Gracias por la reseña! Besos!

    1. Patricia
      20/03/2019

      ¡Hola Keren! Me parece que tu reflexión es muy interesante y muy acertada. La verdad es que no lo había visto desde ese punto de vista y me alegra que me lo hayas transmitido. Es muy probable que el minimalismo, la reducción consciente del consumo y el movimiento slow solo tengan sentido en ciertas partes de este planeta. Lo triste son las desigualdades tan grandes que hay de unos sitios a otros.

      Pero la realidad es que hay zonas en las que es necesario racionalizar consumos porque están disparados y, a las desigualdades sociales, se suma todo la preocupación medioambiental de este consumo.

      Hace poco hablaba con mi abuela sobre este tema. Ella es hija de la guerra civil española (nació en 1936) y sufrió una posguerra en la que pasaron necesidades. Muchas de las cosas que yo hago ahora para racionalizar mi consumo (menos carne, menos plásticos, menos ropa,…), ella las ve como normales, porque siempre lo ha hecho así. Son tiempos diferentes y motivos diferentes, de eso no cabe ninguna duda.

      Gracias por pasarte por aquí a dejar esta reflexión y ¡te sigo en tu blog y redes! ¡Un abrazo!

  2. Shiane
    20/03/2019

    ¡Hola!

    Te he conocido por el hilo de Twitter y la verdad es que me ha gustado mucho tu blog, así que me quedo por aquí ^^ Te dejo el mío por si te apetece pasarte:

    https://mirinconceleste.blogspot.com/

    En cuanto al libro, no he leído nada de esta mujer, pero sí que estoy al tanto del método de organización de tantos vídeos que llegué a ver por YouTube, jeje. No lo he puesto nunca en marcha, pero quién sabe si más adelante 🙂

    ¡Un besito!

    1. Patricia
      20/03/2019

      ¡Hola Shiane!

      Yo tampoco he puesto en marcha el método de almacenamiento en sí, aunque muchas veces cuando guardo mi ropa pienso en si estará cómoda tal como la almaceno. En todo caso, lo que más me gusta del libro es la forma en que ella es consciente de las cosas que tiene y el agradecimiento a la labor que hacen. Por lo demás, creo que seguiré usando mi método de organización.

      Gracias por seguirme y yo también te sigo ya en tu blog. Por cierto, me encanta la entrada del bullet journal.

      ¡Un abrazo!

  3. Alasombradelarciano
    20/03/2019

    ¡Hola bonita!
    He conocido tu blog a través de la iniciativa de twitter, por lo que además de seguirte por allí empiezo a seguir también tu blog 🙂
    Te dejo el mío por aquí por si quieres pasarte también A La Sombra Del Arciano 🙂

    Un saludo, ¡Nos leemos a la sombra!

    1. Patricia
      21/03/2019

      ¡Hola Alba! Gracias por seguirme, espero que te guste lo que escribo por aquí.

      Te sigo también en Instagram y en Twitter.

      ¡Un abrazo!

  4. Andrea Herrera
    21/03/2019

    Hola! También vengo de Twitter <3, ya sigo tu blog 😀 el mío es http://dreamsinbookland.blogspot.com/?m=0

    Nos estamos leyendo <3

    1. Andrea Herrera
      21/03/2019

      Por cierto Marie Kondo da consejos muy buenos 😀

    2. Patricia
      21/03/2019

      ¡Hola Andrea! Ya te sigo en blog y redes. Y, sí, Marie Kondo es una filósofa de los tiempos modernos,… 🙂

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